domingo, 23 de marzo de 2014

Obra negra

Yo seré silencio. Ése el cual vos no conoces. Yo caminaré por la ausencia de mi voz y seré lo que pocas veces reconociste. No habrá hilachas de palabras que se noten en mi saco. Nunca sabrán sobre lo que hiciste. No se enterarán de tus actos (¡vaya a saber Dios de qué tipo!).
No podrán nunca espiar a través de las rendijas de mi habla. Seré grande como el muro de muerte que te supo cubrir. A pesar de todas las noches bañadas en sal, podré ser silencio y tus miserias no serán descubiertas, nadie sabrá qué haces con la justicia y con la reciprocidad. No le contaré a nadie con qué sábana te tapas, ni mucho menos con quién sueñas.
No hablaré sobre curvas de incoherencia mental, ni vuelos de egoísmos.
Me presentaré callado al velorio de mi palabra.
Disfrutaré con gustoso sabor las ventajas de tales actitudes.
Diciendo nada podré decir todo, pero no lo haré.
Callaré la mente muda que habita en mí.


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