Todavía no puedo
reconocer tu perfume.
Vienes en formas de sol
instantáneo, me haces volar por las nuevas nervaduras de nuestra conversación.
Me miras desde afuera y
sientes esa brisa que podría llegar a unirnos más.
Tus dudas no conforman
la colmena de mi bienestar, ni algo dulce tienen.
Todavía no he podido
experimentar el grado máximo de tristeza estando con vos, debe ser porque no lo
estoy todo el tiempo, ni porque te di mi mando.
El viento y la tierra,
en conjunto trabajo, me impiden ver con claridad un futuro homogéneo.
Sientes vacío y más
vacío, pero estás llena. Igualmente te preocupa el vacío, supongo que porque no
lo quieres sentir.
Ahora me siento que ya
no vuelo, en este instante todo está quieto. Hasta mi tristeza es una vaga que
no quiere irse todavía. Espero que cuando te vea se vaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario