lunes, 24 de marzo de 2014

Reunión

Esa lágrima en mi oído,
es un sueño de Astor hecha música.
Ese suspiro que respira el bandoneón me hace acordar de vos,
ese aire que pasa por mi cara me trae tu voz.
Esa flor de lino que me regaló Homero
tiene tu mismo sabor.
Él le dictó a Cátulo,  y Don Pacheco escuchó
y cada vez que activa su timbre,
tu figura se dibuja ante mí.
Esos llantos de aquel viejo violín
hacen brillar mis ojos y estremecer mi corazón.





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