La fuerza del rechazo te
mata de noche. Te clava la punta de la luna y te deja desnudo en las tinieblas.
Es agrio el aroma de las
flores después que se las rechaza.
Mata todo tipo de
sentimiento, convirtiéndolo en vomito ácido. De un momento a otro te das cuenta
de que no eras más que una partícula podrida en un falso universo de amor, no
tenías ojos para darte cuenta. Ahora sientes su presencia en medio de escombros
con sangre, llantos por doquier y nada más.
Te acompaña la basura,
la ruina, todo es muerte, nada existe si ella toca algo.
Es un encanto invisible
que no te das cuenta de que te está comiendo poco a poco y llega un día en que
te despiertas y te das cuenta de cuán herido te encuentras en esa sucia cama
donde una vez supiste ser feliz.
No es culpa de alguien
simplemente que ella nació mala y vos naciste pelotudo, son cosas simples de
comprender. No tienes que buscar explicación para algo tan simple como es esto.
Se intenta analizar la idiosincrasia, pero existen factores que influyen de
manera negativa como la convivencia y la necedad.
Se suma a éstos la
paciencia agotada, la falta de reciprocidad, la injusticia, la avaricia y todas
las demás creaciones del humano.
No hay algo más triste
que descubrirse en medio de nada después de haber depositado tanto. El recuerdo
no existe, es sólo una imagen fotográfica sucia que queda en la cabeza. Todo es
malo, todo odio, todo tristeza, todo es una mierda. Todo para los otros y
muerte para vos.
La cama esta vacía, no
quedó ni un beso.
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